La base de la perfección y santidad consiste en cinco cosas:
1ª En conocer y meditar la grandeza y bondad infinita de Dios, nuestra debilidad
e inclinación tan fuerte hacía el mal. Es la gracia que durante noches enteras pedía
san Francisco de Asís en su oración, hasta que logró conseguirla: "Señor:
conózcate a TI; conózcame a mí".
2ª Aceptar ser humillados, y sujetar nuestra voluntad no sólo a la Divina
Majestad, sino a las persona que Dios ha puesto para que nos dirijan, aconsejen y
gobiernen.
3ª En hacerlo y sufrirlo todo únicamente por amor a Dios y por la salvación de las
almas; por conseguir la gloria de Dios y lograr agradarle siempre a Él. Así
cumplimos el primer mandamiento que dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo el
corazón, con toda el alma, y sobre todas las cosas".
4ª Cumplir lo que exige Jesús: Negarse a sí mismo, aceptar la cruz de
sufrimientos que Dios permite que nos lleguen, seguir a Jesús imitando sus
ejemplos; aceptar su yugo que es suave y ligero, y aprender de Él que es manso y
humilde de corazón (cf. Mt 11, 22).
5ª Obedecer lo que conseja san Pablo: imitar el ejemplo de Jesús que no
aprovechó su dignidad de Dios, sino que se humilló y se hizo obediente hasta la
muerte y muerte de cruz (cf. Flp 2).
0 comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.